jueves, 8 de noviembre de 2012

Efectos del alcohol

El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y en muchas ocasiones es fatal. Es considerado como una de las principales causas de mortalidad en México, y sus efectos originan a su vez, otras alteraciones a la salud como accidentes de tránsito y violencia intrafamiliar.

Cuando una persona prueba alcohol en cantidades bajas, se produce en el cuerpo una ligera estimulación, cierta sensación de euforia y desinhibición. Si se continúa bebiendo, sobretodo en grandes cantidades, comenzarán a afectarse el centro de equilibrio del cerebro, se tendrán problemas con la coordinación motora, por lo que se perderán la capacidad para hablar y torpeza en otros movimientos, además se producirán sensaciones náuseas, vómitos e irritabilidad.

Conforme pasa el tiempo, el cerebro se va adaptando a los efectos continuos del alcohol y al momento en que se deje de ingerir, la persona siente ansiedad, depresión, incapacidad para dormir, temblores y demás; entonces, vuelve a beber, lo que le produce placer y una mejoría momentánea, logrando así una adicción.

Al momento de perder el control de la bebida, la persona llega a convertirse en alcohólico y depende totalmente del alcohol. Se provocan graves trastornos cerebrales, produciendo depresión, confusión y en ocasiones psicosis y trastornos mentales, problemas hepáticos como cirrosis y cardiovasculares que aumentan la presión sanguínea y el nivel de triglicéridos y por ello, se corre el riesgo de sufrir un infarto. 

Muchas personas con problemas de alcoholismo no reconocen cuando no pueden controlar la bebida, por ello para tratar este padecimiento, como primera etapa se debe ayudar al paciente a darse cuenta de cuánto daño le está haciendo el consumo de alcohol a su vida y a las vidas de quienes los rodean. Si los familiares y amigos no pueden auxiliarlo, pueden acudir a una clínica de adicciones para que expertos le ayuden a enfrentar esta enfermedad.

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