lunes, 29 de octubre de 2012

Prevención de adicciones en adolescentes

Como primer indicio de la etapa de la adolescencia, los jóvenes abordan un fase de inestabilidad, de búsqueda y de cambios. El adolescente suele ser inestable y extremista en sus estados de ánimo, a veces rebelde, solitario e inseguro; por ello, es fundamental contar con el apoyo de la familia y de la sociedad en este período de sumo aprendizaje; de no ser así, el joven experimentará un débil estado de ánimo acompañado de desolación, por lo que buscará un refugio para consolarse el mismo. Es importante mostrar mucha atención en este punto y evitar que desvíe su vista hacia clanes malévolos, como lo son las adicciones.

El deseo de sentirse aceptado y pertenecer a un grupo social, el no saber a quién acudir o la necesidad de protegerse, empuja a los adolescentes a realizar acciones que hagan olvidar sus dificultades al menos por un momento. Es entonces, cuando la curiosidad se manifiesta y deciden probar algún tipo de droga o alcohol, que consecutivamente perjudicará su salud física y mental.

Las conductas adictivas producidas por sustancias adulterantes producen placer o alivio y otras compensaciones a corto plazo, pero después, provocan dolor, desastre y una multitud de problemas a mediano y largo plazo.

Cuando un adolescente ha sido envuelto por el mundo de las adicciones y no puede recuperarse de manera independiente, es recomendable acudir con especialistas en centros de rehabilitación para controlar esta enfermedad.

La práctica de ejercicios recreativos permite a los jóvenes ocupar su mente de manera productiva. Realizar algún deporte o actividades artísticas y literarias como, tocar un instrumento musical, leer un buen libro o un juego de ajedrez, así como viajes y excursiones, evitarán que tropiecen con peligrosas dependencias.

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