lunes, 24 de septiembre de 2012

El Alcohol y sus Formas de Consumo

Que gran sensación de placer es degustar una buena copa de vino, acompañada de una deliciosa comida y más si se comparte con una excelente compañía, ésta es quizá la forma de consumo más aceptada. A lo largo del tiempo grandes firmas se han esforzado por ofrecer vinos de excelente calidad, con la finalidad de lograr la mejor experiencia a sus clientes, sin embargo no siempre se obtiene este fin. Sin embargo y en la frenética búsqueda de nuevas sensaciones se deja a un lado el buen gusto por el vino y surgen modas de consumo de alcohol altamente peligrosas, llegando a dañar en corto plazo órganos vitales de por vida volviéndose casos de tratamiento especializado en clínicas de adicción.

La forma de consumo conocida como Binge-drink es la más popular, se da cuando hay un consumo muy elevado de alcohol en un período de tiempo corto, por ejemplo, de lunes a viernes se mantiene sobria la persona pero la noche de fin de semana se permanece en un estado de embriaguez alargando, en algunos casos, este estado hasta por días. Tanto daña al organismo del ser humano el beber de poco día a día, que llegar al exceso en una noche

Cuando se busca experimentar los efectos de estar alcoholizado en lugar de degustar las bebidas alcohólicas surge una modalidad de inhalar el alcohol conocida como AWOL, oxy shots o chupitos, según es para sentir los efectos de estar alcoholizado pero sin sufrir resaca, pero en verdad que no hay cosa más peligrosa para los pulmones o el tubo gástrico, que esta forma de consumo. Se vuelve popular por no presentar aparentemente evidencia de alcohol, pero sí es seguro que a la larga requiera de atención en centros de rehabilitación como cualquier otra forma de consumo

Una escalofriante forma de consumo popular entre los jóvenes europeos y norteamericanos es la llamada eyeballing, la cual busca conseguir en la persona un estado etílico inmediato y se logra vertiendo vinos como el whisky directamente en los ojos, es inexplicable este tipo de conductas pero si es más que obvio el daño al órgano de la vista que se logra en especial a la córnea siendo en casos extremos necesario el trasplante.

Es importante mencionar las personas vulnerables a estos tipos de consumo son aquellas con autoestima baja, deprimidas, o que han abusado en demasía de las formas tradicionales de ingerir vinos y se han negado a ser apoyadas por familiares y no acuden a tratamientos de salud o las propuestas por las clínicas de adicción. Nuevamente la prevención será la mejor arma para que estas modalidades no lleguen a popularizarse en nuestra sociedad.

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